Por Indice1.cl
Durante la mañana de este viernes, el Sindicato de Trabajadores N°4 del Valparaíso Sporting se congregó a la entrada del hipódromo viñamarino para iniciar una huelga legal, luego de no llegar a un acuerdo económico con los representantes del recinto de Avenida Los Castaños.
Los trabajadores demandan un reajuste salarial de un 3% en su sueldo más un bono de $300.000 mil pesos como termino de conflicto, algo que no fue bien recibido por las autoridades encargadas del funcionamiento del Sporting. Desde la organización abogan que la propuesta ofrecida por las autoridades no cumplía sus expectativas, acusando poca voluntad de negociar y llegar a buen puerto en las conversaciones.
En declaraciones a Radio Festival, el presidente del Sindicato, Rodrigo Carvajal, dijo que “la diferencia es mínima. Queríamos un reajuste mayor debido a que en pandemia cedimos un porcentaje en el reajuste que históricamente era del 3%”
El líder de la organización gremial señaló que “tratamos de ser bien flexibles en la negociación. Veníamos conversando hace bastante tiempo con la empresa pero lamentablemente las personas que estuvieron en la comisión mandadas por Mauricio Maurel, el gerente general, no estuvieron a la altura porque no llegamos a buen puerto. Al final nosotros le dimos en mediación a la empresa cuatro opciones para no llegar a la huelga y finalmente no quisieron. Estamos entrampados por $30.000 mil pesos, si esa es la molestia que genera el tema”, indicó.
El Sindicato lo componen 39 personas, por lo que el Sporting solo propuso un monto de $1.170.000 mil pesos a repartir entre los asociados. Ante esto, Carvajal declaró “se repartieron más de $1.000 millones de pesos a los accionistas en este último 2022, entonces cómo para un grupo de personas no va a haber $300.000 mil pesos de bono de término”. En esa misma línea, agregó que “se podría haber hecho un esfuerzo. Creemos que el gerente general podría haber dado la cara, tampoco la dio cuando lo solicitamos y eso causó molestia en los socios”.
Una de las denuncias más graves del grupo de trabajadores del Sporting es que la administración les prohibió el ingreso hasta para ir al baño en medio de su manifestación contra las autoridades.
En caso de mantenerse la huelga por parte el Sindicato de Administración N°4 del Valparaíso Sporting, la reunión de carreras del próximo lunes y miércoles corre serio peligro de llevarse a cabo. Por lo tanto, las autoridades tendrán la obligación de alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes por el bien de la actividad hípica, tanto a nivel de competencias como de la dignidad del trabajador del coloso de Viña del Mar.
¿Es necesaria la renuncia de Mauricio Maurel?
La gerencia general del Valparaíso Sporting hace rato viene en caída libre. Durante este último tiempo, la gestión de Mauricio Maurel ha dejado bastante que desear. No olvidamos que durante las Fiestas Patrias del año pasado dieron la orden de cobrar entrada a la misma gente que trabaja en el recinto para entrar a la reunión de carreras, causando un grave altercado entre la seguridad externa, trabajadores y público apostador. Esto se suma a las insólitas restricciones para la jornada de Copa Jackson y El Derby, teniendo como consecuencia que la gente no asistiera en masa a la jornada más importante de la hípica nacional en el sector de cancha. Y no se puede hacer vista gorda a su extraño miedo al dialogo con los representantes de la Multigremial del Valparaíso Sporting en abril pasado, prefiriendo suspender una reunión a querer recibir una carta de manera pública. Finalmente, hay que agregar la prohibición que tienen contra los medios independientes de comunicación hípica, quienes tienen una restricción de acceder a la Troya o al sector de fotografías para realizar alguna labor periodística.
Estos errores son una constante de un hipódromo que se ha ido debilitando a la hora de formar un vínculo entre la comunidad, los trabajadores y apostadores. La gente está dejando de asistir al Sporting por culpa de personas que ya cumplieron un ciclo y se creen “dioses” en su cargo. Es clave que el directorio del Sporting mueva sus fichas y realice una “limpieza total” en ese sector que tanto daño le está haciendo a nuestra hípica de esfuerzo y sacrificio. La salida del gerente general debe ser inminente, porque alguien que le tiene miedo al diálogo no puede liderar una de las empresas con mayor tradición y prestigio de nuestra región.
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