Con un profundo pesar escribimos estas líneas, pensando que la vida de un inocente animal puede haber acabado por culpa del ser más despreciable que tiene este planeta: el ser humano.
Hace unos días atrás, conocimos la historia de la ex ejemplar de carreras “ChezCima”, una preciosa tordilla de cinco años de edad que está en manos de un maltratador que tiene nombres y apellidos: Hugo Alejandro Contreras Navarro. Se han viralizado imágenes y videos muy fuertes del estado de la pobre animal; nos dan pena, rabia y produce sentimientos encontrados, porque todo es culpa de un sistema que permite que se produzcan este tipo de situaciones.
Estoy seguro que muchos de nuestros seguidores de verdad aman la hípica, como algo mucho más allá de las apuestas. Es por eso que nos ronda en la cabeza la siguiente pregunta: ¿Cómo pudo pasar esto? A veces, sentimos que se ve al caballo solo como una fuente de dinero, que si no rinde lo esperado se puede desechar en cualquier lugar o a cualquier desadaptado que no siente cariño por los animales de la noche a la mañana.
Tenemos sentimientos encontrados, ya que nos da rabia y pena saber que los medios hípicos -incluido nosotros al no actuar más rápido-, nos hemos callado ante esta noticia que ya llegó a los grandes conglomerados de comunicación nacionales y nuevamente nos pone en el ojo del huracán ante la gente que desconoce todo el sacrificio y amor que se da a los finasangres de carrera en los corrales de nuestros hipódromos.
Esa tela de juicio tendrá repercusiones si algo malo le ocurre a “ChezCima”, porque todo el esfuerzo que ponen algunos recintos en relanzar la actividad ante la prensa nacional, cosa que está muy bien, se irá directo al tarro de la basura si la vida de este animal llega a su fin.
Por otro lado, me da esperanza saber que las redes sociales cumplen roles importantes a la hora de tener una voz que otros no toman en cuenta, tal vez por conveniencia u miedo a enfrentar diversas problemáticas. Desde ya tengan toda nuestra ayuda en lo que necesiten a medios independientes como @100_porciento_hipica, @hipica.pasion.incomparable, la Fundación Jinetes Por Siempre o la misma Fundación Colbún Animal, entre muchos otros/as más que se han movilizado desde el primer día que conocieron este caso de maltrato. Nuestros respetos para ustedes, porque han sacado la voz cuando otros han preferido callar. Tampoco desconocemos que también se han referido al tema los amigos de Todos en el Partidor en un post en Instagram.
Agradecemos al Haras Paulina, quienes han estado dispuestos a hacerse cargo de los gastos médicos de la ex ejemplar, algo que no pudo concretarse porque el maltratador de su dueño nunca quiso venderla.
Finalmente, no queremos dejar pasar el nombre de otro de los principales responsables de que esta situación se haya alargado y se mantenga en el tapete público de crueldad. Sí, a ti también te hablamos, diputado Francisco Pulgar, personaje nefasto, que también deberá llevar en su conciencia la vida de este animal. Créenos, si algo le ocurre a la tordilla te lo haremos saber siempre, porque tú cobardía ha permitido que este caso no tenga un final feliz.
Solo queda esperar que la vida de “ChezCima” no se convierta en otro caso de “no lo vimos venir”, porque ese hermoso animal no merece lo que está pasando. Perdón por fallarte, pero gracias por abrirnos los ojos, porque gracias a ti los propietarios de finasangres de carreras sabrán muy bien a quién entregarle su ejemplar cuando decidan darle un merecido descanso tras una vida de alegrías en las pistas de los hipódromos nacionales.
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